fuí feliz
mientras te soñaba despierto cada noche,
mirándote con el roce de los labios
y el tacto sigiloso de los dedos.
fui feliz,
aunque me empeñase en no reconocerlo
y perdiera las horas
manchando inútilmente las libretas
con versos tristes y canciones gastadas.
me querías entonces .
lo dijiste una tarde sin abrir la boca,
sin abrir los ojos, sin tocarme siquiera.
fuí feliz esos días ,
entonces me bastaba con sentirte a mi lado.
Imagen :Tamara de Lempicka
7 comentarios:
Y veces solo necesitamos que este ahí. Gracias por escribir como escribes.
Un saludo
El recuerdo también hace feliz. Saludos desde un cibercafé en mis vacaciones. Soy fiel.
... Y qué alegría, además, encontrar una pintura de Tamara de Lempicka.
Besos salados.
el recuerdo de la felicidad debe guardarse en una bolsita de género en el primer cajón del velador junto con la linterna, la libreta y los panueños de papel... si se corta la luz, si quieres escribir, si vas a estornudar, si tienes pena... corres al primer cajón... mi mamá siempre dice que hay que guardar felicidad para el invierno, también podría ir en un frasco con tapa,
saludos y margaritas, c.
Y eso es amar, con esa entrega...
Me identifico con este post...
Y perdió la oportunidad de pronunciar un te quiero? Espero que no. A veces damos por hecho el amor del otro y nos olvidamos de decirles cuanto le queremos, cuanto le necesitamos. Y se nos vuela el tiempo de las manos.
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8:31 PM, febrero 12, 2006
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