fragmento Hace unos meses escribí esta carta que la dejadez , la rutina diaria, la crónica indolencia y el olvido del tiempo, hicieron que no te enviara.
Con ella pretendía restablecer una correspondencia apenas interrumpida . Una correspondencia alejada de la realidad y del tiempo. Una correspondencia, en fin, que tratara de las cosas que verdaderamente nos importan.
Aprovecho este nuevo medio para hacerte llegar unas palabras que tal vez nunca deberían haber abandonado el azar de la pluma y de las sacas de correo.
Un abrazo.
2 comentarios:
Adoro las epístolas, el maravilloso mundo de la correspondencia y todo su ritual...Espero que tus palabras lleguen a su destino...
Abrazos...
¿Por qué dejamos de hacer cosas, que despues se muestran importantes, por hacer nimiedades de la rutina diaria? Yo también intentaré reestablecer correspondencias que no debería haber interrumpido.
Saludos
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