jueves, enero 28, 2010

el viaje




No soporta su ausencia. Aunque sepa que ha de volver , que apenas se marchó para uno o dos días. No sabe soportarlo. Se impacienta mientras recorre el piso con sus zancadas grandes, mientras escribe hundido en el sillón y tirita de frío envuelto en una manta, mientras sube y baja sin parar la escalera de peldaños pequeños sin conseguir dormir. No lo hará si no la ve dormida en su cama matrimonial y enorme , vacía sin su sueño de animal silencioso. No puede soportar no verla allí. No poder hablarle en mitad de la noche aunque sepa que no le responderá mientras duerme. Nunca se enfada aunque a veces llegue a despertarla con sus preguntas de respuesta imposible . Pero ella no está y él ahora enciende la luz del cuarto, abre la puerta del armario y observa allí todos sus vestidos de telas estampadas . Cuelgan alineados en un orden perfecto luciendo los colores imposibles de la estación futura.No están el paraguas ni las prendas de abrigo . En el fondo han quedado los trajes de trabajo ,uniformes y grises , idénticos y oscuros.

sábado, enero 23, 2010

Onetti


«Hay en esta ciudad un cementerio marino más hermoso que el poema. Y hay o había o hubo allí, entre verdores y el agua, una tumba en cuya lápida se grabó el apellido de mi familia. Luego, en algún día repugnante del mes de agosto, lluvia, frío y viento, iré a ocuparlo con no sé qué vecinos. La losa no protege totalmente de la lluvia y, además, como ya fue escrito, lloverá siempre».

lunes, enero 18, 2010

mi infancia son recuerdos



Antonio Machado (Sevilla,1875 - Colliure,1939)

miércoles, enero 06, 2010

nuevo año




Dos mil diez,
los mismos gestos.

He vuelto a repetir el rito
de cambiar el calendario
sobre el escritorio

Imágenes de cine,
viejas películas en el Fotogramas.

Sueños casi olvidados
que aparecen de nuevo
al recorrer las páginas .

Hojas que también son meses .

No puedo evitar mirar en el futuro,
pasar todas las fotos
hasta el final del año

Marilyn en un baño de espuma
ilustra el mes de enero.

Busco otras fotografías en la red
y encuentro ésta que una vez,
en otro siglo,
estuvo encima de mi cama.