martes, abril 29, 2008

el empleo





He conseguido un empleo para la mañana de los sábados .Es en una tienda de ropa, un caserón antiguo recién rehabilitado en una calle del centro . Justo a las diez llego a la puerta , desayunado ya y con el periódico del día bajo el brazo. Sin saludar a las dependientas subo hasta mi puesto en la segunda planta , la sección de ropa femenina, y me siento en el sofá que queda junto a los probadores. Debo ir con cuidado , ya me lo advirtieron, no llames por su nombre a las otras empleadas ni hagas bromas ni demuestres confianza excesiva . Debes parecer un cliente o más bien un acompañante . Leer , hacer como el que lee , y observar de vez en cuando a las mujeres que se prueban vestidos . Verlas mirarse , dudar , sonreír , soñarse en los espejos . Y , en el momento preciso ,justo cuando la duda y el vértigo las acerca al vestido más caro , tú debes asentir levemente con la cabeza , esbozar una sonrisa , una mirada cómplice.

jueves, abril 10, 2008

el velorio

Atravesamos el jardín de orquídeas y el zaguán y el patio empedrado . No se oía correr el agua en las acequias y nos sorprendió la vista de ventanas cerradas con postigos y las sábanas blancas cubriendo aparadores y tresillos . Vimos reflejado el gesto serio y grave en los espejos del corredor y en el cristal de las vitrinas . En las últimas habitaciones los corrillos murmuraban despacio . Se habían agrupado por procedencia o profesión o arte . Hablaban de música o de filosofía o de deportes, según el caso. Al principio el tono de la conversación era bajo , un susurro casi . Después vinieron los recuerdos y anécdotas vividas y las palabras subieron de tono y eran interrumpidas por carcajadas sonoras . Mujeres enlutadas pasaban entre los grupos ofreciendo tazas de café negro y dulces de hojaldre y , más tarde , vasos de anís y de coñac . Se estaba bien allí. Eran tan agradables el calor y la complicidad y las risas .Poco a poco nos fuimos olvidando del objeto de nuestra visita. De la habitación cerrada al fondo del pasillo .