Corrige versos
bajo la luz amarilla de la lámpara.
Cambia las comas de lugar ,
altera el orden repetido de las rimas ,
baraja las palabras.
Nervioso,
se aproxima y aleja
al resultado final .
Ve como pasan las horas
eternas de la noche
y derrama la tinta en el papel
Avanza hacia el desastre ,
y él lo sabe ,
asesino confeso de poemas.