repetiré los versos
hasta verte dormida Hubo un jardín
y un estanque con peces de color
y una flor azul en la esquina del patio
y una palmera que se perdió en lo alto.
Hubo un jardín
y un naranjo que estará ya florecido
y una voz de mujer que me llama
y un niño que no escucha
y piensa ensimismado una paloma en vuelo .
Hubo un jardín
y un tiempo largo que no vuelve.
12 comentarios:
Y en ese jardín, la felicidad habitaba?
Me has hecho recordar varias cosas con este post. Seguiré meditando... un saludo.
Todavía podemos hacer nuestros propios jardines con las flores que nos gustan y algunas avecillas libres que lleguen de invitadas. Podemos pintar de azul un árbol que cante y hacer una cascada de agua que pase por el dormitorio dejándonos ágatas sembradas en el suelo. Después quién sabe, puede trepar por las paredes una enredadera de caracolas por donde bajen los ángeles a recitarnos poemas al oído. Ese sería un Paraíso para mí. Aunque sólo para empezar el primer día, luego le iría agregando otros detalles como por ejemplo... un hombre. ¿Cómo sería tu Paraíso?
Perdona la pregunta pero ¿De quién es esa bella imagen?
Hubo jardín y cuando lo evoco y me siento en él a oler el solecito de la tarde y las flores nuevas que hnacen aún lo hay ...
acá hay un jardín con un naranjo que es ella y un limón que es él y ella piensa que mientras el naranjo y el limón tengan hojas verdes, ella y él también, saludos, c.
una paloma e un tiempo largo...
muy bonito, hay que hacer nuestros jardines
beijos de portugal
Me gusta que en tu poema hay nostalgia, pero no hay tristeza. Los recuerdos tienen un borde tan fino, a un lado está la conciencia afilada, la certeza poderosa de que nada es para siempre; al otro está la lástima. Muy bello lo que has escrito. Hace unos días cité en mi blog unos párrafos de Proust que me parecen inspirados en ese mismo sentimiento profundo y verdadero. Un abrazo.
Lila : no pude encontrar el autor del cuadro ( sé que debo ser más cuidadoso pero voy deprisa) .
Esta tarde me puse a imaginar un paraiso ( aún hay tiempo) que debe parecerse al jardín árabe de muros encalados y acequias caudalosas , naranjos y palmeras.
Sólo podrá existir si fuera se apagaran el horror de la guerra y el aullido del hambre.
Al fondo , entre la hiedra , una mujer espera . Es un puerto que conozco palmo a palmo y, a la vez, es también un inmenso continente inexplorado.
por favor, dime dónde esta ese jardín nazarí. Quiero perderme eternamente en él.
Un saludo
cada vez más sorprendida- tengo miedo (risa nerviosa)-.
simple, preciso, como despertarse con una frase en la boca, de la que no sabes de donde viene ni por qué aparece, pero la tomas y la repites, hasta que te vuelves a dormir.
Yo también quiero encontrar ese jardín y ver la palmera que se pierde en lo alto.
Abrazos
Un precioso jardín para el recuerdo.
Un jardín del que no salir, sí.
Pero hay que sembrar.
Y hacer otros.
Porque, quizá, ese sea el peligro... el de no recordar que las flores, los árboles, todo, es muy temporal. Y que las estaciones pasan. Y que "lo nuestro" debe ser preparar más campos para otros jardines.
Un beso grandísimo.
Lástima que hubo un jardín,sin posibilidades de volverloa ver.
Saludos.
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