agotado cayó sobre la cama . su rostro proyectado en la pared como una litografía o una sombra . no hay láminas ni espejos . las piernas doloridas de recorrer en vano la ciudad buscándola . persiguiendo su rastro un día más hasta casi alcanzarla. reconociéndola en falso en el repiqueteo de unos pasos sobre el empedrado , en el gesto de repasarse el pelo o alzar la copa , en la melena corta y rubia tan pegada a la nuca . señales de ella desperdigadas por las calles , pistas , fragmentos inconexos que la ciudad devuelve . susurros , risas , palabras recortadas .
mañana puede ser . no pierde la esperanza cuando el sueño lo vence.
4 comentarios:
Gracias por esta búsqueda que se prolongará en la prosa poética del sueño. Y Por tu visita y comentario en la que es tu otra casa de espejos.
Saludos...
Porqué no? cada mañana es una posibilidad que se renueva, un quizás, un puede ser, una esperanza.
Yo sigo buscando.
Gracias por los espejos, los sueños y la alquimia sostenida en la penumbra de la poesía.
Abrazos.
Vuelvo, como otras veces, a buscar una nueva entrada, palabras recientes de tu espejo. Supongo que pronto será.
saludos...
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