simplicidad,
el orden sucesivo de las cosas,
su predecible tránsito.
llegas hasta aquí,
abres la puerta,
haces sonar
el cascabel alegre de las llaves,
giras el pomo y te acercas despacio.
siento el aliento en la nuca
los dedos en el pelo,
alzo los ojos para volver a verte.
ojos felinos que al mirar me nombran,
pisadas silenciosas,
elásticas pisadas
dispuestas para el salto.
cuerpo rayado que se estira y ondula
que se acerca y aleja,
cuerpo soñado sobre su esqueleto fósil
un sueño repetido:
bajo la oscuridad profunda de las rayas,
el oro de los tigres.
Sharon Olds
Hace 10 horas
4 comentarios:
Ohhhhhhhhhhhhhhhh, qué gran poema.
Lo saludo Colombine con la punta de una estrella entre mis dedos
besos
Estupendo, con el guiño borgeano del título, pero solamente eso como paraguas a la sensualidad bajo el paraguas. Un gusto venir a leerte.
Saludos...
muy bueno, se le saluda
sigue asi
:D
Bellísimo. Bravo. Bravísimo.
Un abrazo.
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