sobre arenas desiertas
y ciudades .
Arrasa , destruye las cosechas
con tu llama.
Mayor desolación parecía imposible
pero vuelve el fantoche
con ridículo porte
a aplastar a su pueblo .
Busca con fiereza voraz
hasta el fondo de las madrigueras .
Déspota insaciable,
nada será suficiente,
ni dinero ni sangre,
para aplacar tu codicia.
2 comentarios:
No es su pueblo, son sus esclavos, al menos eso piensa. ¿Y que vale la vida de un esclavo?
Tristes guerras si no es por amor la empresa. Tristes, tristes.
Un abrazo desde el dolor profundo
GRAN POEMA PARA UN TEMA TRISTE DE TODOS LOS TIEMPOS.
CUÁNDO APRENDERÁ EL HOMBRE...
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