jueves, junio 03, 2010

salto mortal





Ahora siente la caricia del aire,
el cuerpo ingrávido
que flota sobre la tarde fría .

Manos abiertas ,
labios secos ,
ojos cerrados.

No siente el devenir del tiempo.

No piensa en el pasado
ni adivina lo que está por llegar.

Sólo siente un vacío profundo
en el centro del vientre.

No espera nada
ni ha previsto el futuro.

No sabe si tendrá que contarlo
por segundos fugaces
o por años completos.

No imagina siquiera
el impacto brutal
contra la piel de asfalto.

2 comentarios:

Fortunata dijo...

Bellísimo.....

Gran poeta Colombine

mentecato dijo...

¡Qué maravilla poder leerte!

Un abrazo.