Vestido con la negra levita de paño
el ángel sobrevuela la tarde gris de invierno .
Se acerca. Te ha tendido las manos
y te mira fijamente a los ojos.
Te atrae con su sonrisa de ángel bueno.
Te llama por tu nombre,
te abraza al fin,
antes de dejarte caer en el vacío.
3 comentarios:
Inquietante. Aterra ese ángel.
Mejor que no te abrace....
Aqui en Chile viendo a los amigos....
Besos
Todo depende de ese vacío y su calidad... aunque los ángeles nunca hayan sido lo mío salvo a su paso por Berlín.
Un beso, colombine!
Publicar un comentario