Busca a veces la sombra , la oscuridad anónima a un lado de la plaza. Un rincón lóbrego y celeste de paredes desconchadas y sucias . Lejos , muy lejos , de la luz de los focos , de la gente que se arremolina y crece en el centro o en las tugurios del fondo. Se esconde y huye de la risa fácil , de la vistosidad de los vestidos , de las palabras vacías y pomposas . Muchas tardes , sobre todo ahora que el verano se acerca , viene a esconderse en la frescura del sótano . Aquí los ruidos no llegan casi y las palabras arriban tan desvirtuadas y débiles que no son sino un hilo de voz, carentes ya de cualquier significado o forma . Sólo aquí consigue descansar , resguardado por este muro grueso como un caparazón mineral que lo protege de las noticias de fuera , de los dardos envenenados , de la descomposición de los días , de la rabia contenida o a punto de estallar.
3 comentarios:
Tanto tiempo sin pasar y es un gustazo comprobar que las musas no te abandonan...
bss
Texto en penumbras, a ras de la noche, tembloroso, bello...
Un abrazo,
Mentecato
Yo necesito otro sótano... y no es el calor, no.
Besos con estallidos
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